rain.

- Esta lloviendo.
- ¿Sí?
- Sí, ¿allí llueve?
- No, aquí no llueve.
- ¿Sabes? Quiero tenerte, quiero sentir tus labios, te echo de menos.
- Pequeña, te voy a decir algo, cada vez que salgas, cada vez que llueva, cada gota que caiga en tu rostro, en ti o en tu ventana, piensa que es un beso mío o si lo prefieres un te quiero y cuando llueva fuerte y no puedas salir, mira por la ventana y escucha la lluvia... Te estaré diciendo lo mucho que te quiero, te extraño y te amo.

Equivocaciones.

No tengo que sufrir para aprender; ni amar para que me quieran. No me tienen que olvidar para recordarme; y no tengo que vivir dos siglos para aprender que es la puta vida. No soy un juguete de ningún niño, y no leo cuentos. Mi cabeza, las decisiones, y mis ideas propias, son mías y de nadie más.
Que no me cuenten historias para dormir que esta tonta ya ha ido y ha vuelto dos veces.
¿Quién me va a obligar a elegir mis sueños? ¿Quien me va a obligar a hacer lo que no quiero? ¿Tú?
Desde luego que tú, no...

por ser tu.

A veces le gente me pregunta por que? Porque estoy tan enamorada de ti? Porque tu exactamente...
Pues porque te quiero, por tu sonrisa, tus gestos, tus ojos, tu mirada burlona, por tu forma de reir, por la forma en la que me acariciabas la mejilla, la forma en la que intentas ponerte serio sin conseguirlo, por tu voz, tan dulce, por la forma en que me besabas, por cómo te acercabas lentamente para darme un beso y luego solo rozabas mis labios, la forma en que me susurrabas “te quiero” al oído, por cómo te portas conmigo y con todo el mundo, por ser así como tú eres porque siempre has estado y estás ahí, porque me encanta estar contigo, porque a tu lado todos mis problemas desaparecen, porque siempre consigues sacarme una sonrisa, porque cuando estoy mal siempre intentas alegrarme, porque sigo teniendo la esperanza de amanecer entre tus brazos, porque sigo esperando que vengas aquí conmigo, porque sigo recordando nuestros momentos, tan especiales.
Simplemente por ser tu.♥

Hablando de ti.

Hablo de miedo, de alegría, de sonrisas, de lágrimas; hablo de mensajes a las cinco de la mañana, de besos, hablo de noches sin dormir, de discusiones, de reconciliaciones, de pequeños detalles, de abrazos, de cenas, hablo de orgullo, al igual que hablo de debilidad, hablo de un principio, de tranquilidad, de nervios; hablo de coger seis autobuses un mismo día, hablo de miradas que lo dicen todo, hablo de echar de menos, hablo de dar las buenas noches por la mañana, de cariño, de sensaciones, hablo de sonreír al ver una foto o explotar con leer un comentario, hablo de decir lo mismo a la vez, de dormir abrazada toda la noche, o toda la tarde. Hablo de amor, y sí, porque no, también hablo de ti.

No lo elegí...

Yo no elegí sentir esto, no elegí enamorarme de tí, ni tampoco elegí sentirme la persona más feliz del mundo cuando estás a mí alrededor, simplemente apareció, y se convirtió en algo diferente, para meter en el cajón de los buenos recuerdos, no escogí cruzarme contigo en mi camino, no elegí pensar en tí cada segundo, tener tu imagen fija en mi cabeza, ni tampoco elegí que tu fueras mi destino, no, no me dieron a elegir ni esto, ni el quererte tanto, pero sin duda, si me hubieran dado a elegir, lo habría escogido todo .

Desaparecer...

Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tiene futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo el tiempo. Y querrias liberarte como sea. De cualquier forma. De la manera más simple, más cobarde, sin dejar de nueva para mañana este pensamiento: El no está. Ya no está. y entonces, simplemente, querrias no estar tampoco tú. Desaparecer...